
Carta de Vicente Blasco Ibáñez a María Blasco del Cacho1
París, 6 de septiembre de 1890
Transcripción
Vicente Blasco Ibáñez
-[fol. 1r]-
[Membrete:]
Vicente Blasco Ibáñez
ABOGADO
PLAZA DE SAN GIL, 5 PRAL.
VALENCIA
París, setiembre 6/90
Mi querida Marujita:
He recibido tu carta y no he podido menos de entristecerme de saber la enfermedad de tu mamá y que tú te encuentras también triste y desmejorada.
Tened ánimo pues la cosa no es para tanto pues si yo no considerara que esto no puede durar mucho también me enrabiaría y así y todo no creas que no hay algunos ratos en que me encuentro poseído de desesperación y si en mis cartas al periódico ataco a los franceses es porque todo lo veo de color negro, y sin considerar que esto es una República hablo mal de Francia y aun del Preste -[fol. 1v]- Juan de las Indias que se me pusiera por delante.
Esto no es más que mal humor que se pasa después y entonces comprendo que he sido un animal.
Me ha hecho reír mucho lo que me dices de las señoras francesas, del himno Riego, etc., etc.
Parece mentira que seas tan tonta. ¿No comprendes que un escritor para dar más amenidad a sus escritos ha de poner a veces mentiras y barbaridades?
Si tuvieras que hacer caso de todo lo que yo diga y diré en las cartas buen trabajo tienes pues yo muchas veces pongo una cosa porque en el momento me parece bonita y a los cinco minutos no me vuelvo a acordar de ella hasta que la veo publicada.
Además que si al escribir tuviera que pensar en lo que tú dirás cuando leas mi escrito -[fol. 2r]- resultaría que no haría nada pues todo me parecería que te iba a ofender y acabaría por no escribir.
No seas tontita, Marujita mía. Una cosa soy yo como novio tuyo que te quiere mucho y otra cuando escribo y solo debes creer y hacer caso de lo que yo diga cuando me dirija a ti, pues cuando se dirige uno al público se sueltan mentiras o exageraciones para que les guste la cosa.
No hagas pues caso de lo que diga en las cartas al Correo pues aquel no soy yo sino otro que en aquel momento dice lo primero que se le ocurre.
Espero las noticias de Garrote. Dile a Sorní que no le envío ninguna carta adjunta porque tengo mucho trabajo y además no hay nada nuevo que decirle.
Él, en cambio, que me escriba pues deseo saber -[fol. 2v]- qué es eso del nuevo local del Casino y las reformas que en él han hecho. Además he leído que a él lo han nombrado de la Junta.
Que me diga qué es lo que hay pues tengo impaciencia por saber lo ocurrido en la Junta del pasado domingo.
Adiós nenita mía. Me he reído mucho de lo que dices de Rosita. Da muchas expresiones a tu mamá y a los que pregunten por mí como el Sr. Calvo y familia. La señora de D. Nicolás Estévanez, mi amigo el exministro de la Guerra, es de Puerto Rico y se parece mucho a Doña Hortensia en el hablar y el modo de ser.
Hoy he comido en su casa. Son muy buenos amigos que me quieren mucho y su hijo que es un muchacho muy sabio que está próximo a acabar la carrera de ingeniero me acompaña a todas partes. No dirás que no te lo cuento todo.
Adiós corazoncito mío. Ya sabes que nadie te quiere más que tu
Vicente